El pasado mes de julio CLUSTER IAQ celebró su primer aniversario, un año de arduo trabajo en equipo para consolidar una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo la salud y bienestar de las personas a través de la mejora de la calidad del aire interior.
Su presidente, Pau Pallàs, nos habla en las siguientes líneas de las interesantes iniciativas en las que se encuentra la entidad que representa actualmente inmersa y de la que Climanoticias es portavoz oficial.
De los inicios con un total de 12 socios fundadores, tras un año hemos alcanzado más de 30 socios entre empresas y entidades científico-técnicas, siempre acordes a nuestro ADN: ser una organización dual entre empresas y entidades científicas que permita las sinergias entre ambos entornos.
Complementariamente, hemos establecido acuerdos de colaboración con entidades y organizaciones vinculadas a la IAQ (Indoor Air Quality, calidad del aire interior) estableciendo estrategias compartidas.
Durante este recorrido, tambien hemos evolucionado y concretado nuestros objetivos iniciales, englobándolos en el Centro de Excelencia de IAQ.
Este centro se basa en los objetivos fundacionales iniciales, pero formulándolos de forma específica y extendiéndolos a todas las cadenas de valor involucradas en la IAQ (ver cuadro adjunto ‘Objetivos del Centro de Excelencia IAQ’).
Difusión IAQ
La inadecuada calidad de aire interior se sitúa en la décima posición de las causas de riesgo de muerte en el mundo, por lo que creemos que dicha calidad del aire interior es un derecho de la sociedad.
Para ello, hemos establecido las vías para difundir de forma generalista en como mejorar dicha calidad del aire interior, ampliando nuestra página web www.clusteriaq.com con publicaciones de artículos técnicos vinculados a la IAQ de forma periódica, así como con la realización de mesas redondas y webinars sobre IAQ.
Formación técnica IAQ
En el ámbito profesional, ya se han abierto las inscripciones para el primer ‘Posgrado de IAQ’ con la UPC School, que se inicia en noviembre de 2021, con una duración de siete meses y que desarrolla todas las cadenas de valor vinculadas a la IAQ.
El posgrado contempla su asistencia en formato semipresencial o en línea para adaptarse a los requerimientos de cada asistente. Será impartido por ponentes de renombre como José Luis Jiménez, de la Universidad de Colorado (Estados Unidos).
IAQ Awards
Con el objetivo de estimular y potenciar proyectos de mejora de calidad de aire interior, estamos desarrollando los IAQ Awards, un reconocimiento anual que concederemos a aquellos proyectos que pongan en valor la IAQ en edificios o infraestructuras.
El IAQ Awards está impulsado por el CLUSTER IAQ y será gestionado por personalidades de prestigio en los diversos campos que componen la mejora de la calidad de aire en la sociedad.
Laboratorio de Investigación IAQ
Asimismo, CLUSTER IAQ está impulsando la creación de un «Laboratorio de Calidad de Aire Interior público-privado» que sirva de motor de mejora de la IAQ en toda su transversalidad. Para desarrollar este proyecto estratégico, disponemos del soporte del Ayuntamiento de Barcelona, Pimec, la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad de Barcelona, así como otras entidades especializadas a nivel europeo.
El laboratorio aglutinará, partiendo de la vertiente de la investigación, las diversas cadenas de valor implicadas en la IAQ. Desde las causas, métodos y tecnologías de mejora, así como el impacto en la salud de las personas, permitiendo un análisis integral de la IAQ. Quiere convertirse en un referente IAQ para disponer de una infraestructura puntera en aire interior, interactuando entre los vectores de la eficiencia energética y confort higrotérmico de los edificios.
La IAQ y la COVID-19
Si bien la inadecuada IAQ -una variable invisible para el ser humano en su vida cotidiana- ha pasado prácticamente desapercibida durante años incluyendo la vinculación directa de consecuencias para la salud, desde el CLUSTER IAQ creemos que el fuerte impacto que dejará la actual pandemia hará que la sociedad reflexione y sea cada vez más exigente con un derecho que tenemos como ciudadanos de exigir que la IAQ no sea perjudicial para nuestra salud.
La IAQ tuvo una época de efervescencia hace unos quince-veinte años con los denominados edificios enfermos. Entre otros, fue la consecuencia de nuevos diseños arquitectónicos tanto a nivel exterior como interior, con predominio de estructuras metálicas y fachadas de vidrio.
Lamentablemente, con el transcurso de los años la IAQ entró casi en el olvido, aunque algunas normativas exigen la realización de auditorías ambientales internas de forma periódica.
Es indudable que con la pandemia de la COVID-19, y con más incidencia a medida que la OMS ha reconocido la capacidad de transmisión del patógeno a través de los aerosoles, es cuando la IAQ ha entrado a formar parte de los discursos de los fabricantes y de las instituciones.
Teniendo en cuenta que el 80% de nuestro tiempo lo pasamos dentro de espacios interiores de edificios, infraestructuras o espacios interiores en movilidad (transporte público o privado), la IAQ es mucho peor que en el exterior, dado que se suman la contaminación exterior que entra por dilución al espacio interior con todos los elementos interiores que aportan contaminantes, tales como el mobiliario, pinturas, barnices, equipamiento electrónico, partículas en suspensión, así como el propio metabolismo de las personas y el tipo de actividad que se desarrolle.
Si, además, la ventilación no es la adecuada ni dispone de la filtración adecuada, la IAQ puede llegar a ser peligrosa para las personas que pasan muchas horas en estos espacios.
La exposición prolongada de las personas a una anómala calidad del aire puede repercutir en su salud, principalmente en el aparato respiratorio (enfermedades pulmonares obstructivas, asma, neumonía… hasta cáncer de pulmón). También puede afectar al corazón, aparato reproductivo, así como a aquellas personas que tienen diabetes.
En otro nivel, puede favorecer la demencia, generar enfermedades neuro-degenerativas y problemas de salud mental. A nivel laboral, aumenta el absentismo laboral y a nivel escolar afecta a la capacidad de concentración.
Es importante destacar y diferenciar el hecho de que la actual pandemia ha generado énfasis en la IAQ, del hecho latente y real de que una inadecuada IAQ en edificios e infraestructuras afecta a la salud de las personas, indistintamente de la pandemia,que esperamos remita lo antes posible.
La sociedad en general ha empezado a concienciarse de la necesidad de respirar un aire saludable en los espacios interiores. No olvidemos que respiramos 24 horas en el día y que pasamos más del 80% de nuestro tiempo en ellos interiores, incluyendo aquellos que están en movilidad.
Posibles soluciones en el parque de edificios existentes
A raíz de la crisis sanitaria y del conocimiento de que una de las vías de transmisión son los aerosoles, han surgido en el mercado multitud de equipamientos y soluciones para ‘limpiar el aire’: básicamente los denominados «purificadores de aire». Es un tema de oferta y demanda.
Como hay muchos fabricantes, se podría decir que existen cualidades muy variadas y, sobre todo, la certificación de su eficiencia también es muy variada.
Sería correcto diferenciar entre la problemática actual de la pandemia de la COVID-19 y de la calidad de aire interior. Cuando se supere la pandemia, seguiremos teniendo necesidad de mejorar la calidad del aire que respiramos en nuestros puestos de trabajo, viviendas, hoteles, etc.
Centrándonos en la IAQ, para resolver cada situación en edificios existentes se debe hacer un proyecto de ingeniería para adaptar las instalaciones existentes a los requerimientos de una correcta IAQ. Esto es un proceso que se inicia con un diagnóstico ambiental que determine el estado actual de la IAQ del espacio interior y, en función de los resultados, adaptar las medidas correctoras de ventilación, filtración, mantenimiento. Y si hay que emplear equipos germicidas o bloqueadores de patógenos, escogidos entre los equipos del mercado, aquellos que mejor se adapten a la morfología e instalaciones del edificio.
Una vez se han realizado las actuaciones correctoras determinadas, para poder analizar los beneficios o mejoras de la calidad de aire se debe hacer una auditoría ambiental.
Los parámetros fundamentales de medida son el dióxido de carbono, la humedad y la temperatura, si bien existen otros niveles que permiten evaluar con garantías la IAQ, como la medida de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV), de la materia particulada de 0.5 – 2.5 – 5 micras y el monóxido de carbono. También el caudal de ventilación y el estado de mantenimiento, limpieza y desinfección de los sistemas de tratamiento de aire de los edificios.
Hay normativas que exigen hacer estas auditorías ambientales cuando la potencia de los sistemas de tratamiento de aire supera los 7O KW.
Para hacer estas auditorías se requieren técnicos cualificados, instrumentos específicos y con certificaciones de calibración.
Pero no olvidemos que cualquier actuación puntual requiere de un seguimiento permanente. Es por eso que lo ideal es implementar un sistema de monitorización de la IAQ que permita evaluar la continuidad de las mejoras obtenidas. Actualmente existen herramientas que permiten hacer convivir el ahorro energético, con el confort y la calidad de aire interior.
Lógicamente, en nuevos proyectos de edificación, además de las instalaciones de tratamiento de aire se deberán tener en cuenta desde la ubicación del edificio, pasando por lo elementos constructivos de la envolvente del edificio hasta los materiales de decoración interior y sin olvidar el diseño acorde a la actividad a desarrollar.
¿Cómo mejorar la IAQ en la restauración?
Siempre con la excepción de tratar de forma holística a un sector tan variado, la respuesta simple es la mejora de la ventilación y la filtración del local, de forma que se garantice que el aire exhalado por el comensal del lado no sea inhalado por otro. Esto se puede complementar con la medida de dióxido de carbono (C02) en el local, vigilando que los valores estén dentro de normativos.
Deporte, centros deportivos
A la hora de hacer deporte, el aumento de temperatura por el metabolismo es una consecuencia natural del ejercicio. El sudor y los olores de los atletas se mezclan con el aire del espacio, haciendo aumentar la humedad y la temperatura.
Los investigadores han encontrado una correlación significativa entre el rendimiento de los atletas y la temperatura del aire. En un estudio sobre corredores de maratón, publicado en la revista PLOS.org, encontraron que cuando aumentaba la temperatura, la velocidad de los corredores disminuía.
Aparte de los efectos generados por el aumento de temperatura, los atletas pueden desarrollar enfermedades respiratorias y alérgicas no solo debido a la exposición a contaminantes inhalados, también por el aumento de la tasa de ventilación.
El aumento del flujo de aire, con el hecho de que la mayor parte del aire se inhala por la boca, evitando así los mecanismos nasales normales para la filtración de partículas, permite que los contaminantes avancen más profundamente en las vías respiratorias.
Los contaminantes detectados con más frecuencia en estos entornos incluyen los COV, hongos y bacterias.
A través de un estudio del aire adecuado, una correcta solución de climatización y ventilación es esencial para poder crear ambientes saludables para la práctica deportiva y generar las condiciones ideales que permitan a los atletas rendir al máximo nivel.
Objetivos del Centro de Excelencia IAQ
- Difusión de la importancia de la calidad del aire interior.
- Formación técnica en IAQ en colaboración con entidades reconocidas.
- Fomentar proyectos de mejora de la IAQ con los IAQ Awards.
- Impulsar la creación de un laboratorio transversal de investigación de la IAQ.
6 ideas destacadas
1. “Es importante diferenciar el hecho de que la actual pandemia ha generado énfasis en la IAQ del hecho de que una inadecuada IAQ (calidad del aire interior) afecta a la salud de las personas, indistintamente de la pandemia”.
2. “Sería correcto diferenciar entre la problemática actual de la pandemia de la COVID-19 y de la calidad de aire interior”.
3. “Cuando se supere la pandemia seguiremos teniendo necesidad de mejorar la calidad del aire que respiramos”.
4. “No olvidemos que cualquier actuación puntual en la mejora de la calidad del aire interior requiere de un seguimiento permanente”.
5. “Los investigadores han encontrado una correlación significativa entre el rendimiento de los atletas y la temperatura del aire”.
6. “Una correcta solución de climatización y ventilación es esencial para poder crear ambientes saludables para la práctica deportiva”.